LOS
ORIGENES DE LAS DESIGUALDADES DE GÉNERO:
LA
PATRIARCALIZACIÓN
El debate sobre la igualdad de género esta
puesto sobre la mesa, esto es importante; pero también es importante remontarnos
a la raíz de los problemas, es evidente que no podremos llegar a una igualdad
de género, sino se logra remontar primero la patriarcalización en las
sociedades.
“Plantear la despatriarcalización implica
definir la categoría de patriarcado. En el siglo XIX, abogados e historiadores
estudiosos de la evolución histórica de las instituciones, denominaron
patriarcado al poder cimentado en la dominación genealógica (tribal, clánica,
familiar y personal) de los hombres sobre sus mujeres, sus descendientes, sus
esclavos y sus animales, es decir, su familia.” (Ibernagaray, 2012, pág.17)
Es importante contar con elementos analíticos
y conceptuales que nos permitan entender de alguna manera las construcciones
sociales y culturales que se han dado a largo de la historia y a partir de ello
poder tener una visión más amplia de la realidad y desenmarañar elementos importantes
para entender las desigualdades de género.
Es así, que la desigualdad de género, tiene
sus antecedentes históricos, en el colonialismo y patriarcalización. La patriarcalización
“Es un forma de organización política, económica, religiosa y social basada en
la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da el predominio del
hombre sobre las mujeres; del marido sobre la esposa; del padre sobre la madre
y los hijos (…). Ha surgido de una toma de poder histórico por parte de los
hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y reproducción de las mujeres y
de su producto, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través
de os mitos y la religión que lo perpetúan como única estructura posible” (Ibernagaray,
2012, pág.145)
Como podemos analizar la patriarcalización,
no solo es una construcción cultural, sino tiene por detrás toda una estructura
política, económica y social, cuyo liderazgo ha sido siempre llevado a cabo por
el varón. Es complejo poder desarticular dicha organización que en primera
instancia ha ido fortaleciéndose a largo de los años y en una segunda instancia
es una tarea difícil lograr cambiar todas las construcciones sociales que han
devenido de considerar que la obediencia de parte de la mujer hacia el hombre
es algo natural y que así debería continuar.
“El patriarcalismo, es además, adultista y homofóbico,
es constructor de jerarquías excluyentes, es guerrerista y autoritario, es
negador de las diferencias entre los seres humanos; en consecuencia, no afecta
exclusivamente a las mujeres, se impone al conjunto de la sociedad donde se
establece, Se trata entonces, de un rol que funda, estructura y constituye las
relaciones sociales, tanto en el ámbito público como el privado” (Ibernagaray, 2012,
pág.146)
Si bien el patriarcalismo, no solo afecta a
las mujeres, estas han sido las más afectadas en todos los tiempos y a las que más
se ha negado el ejercicio de sus derechos, las mujeres han sido las que han
tenido que sumirse a las órdenes de los varones y asumir roles impuestos por
una sociedad patriarcal.
Lograr cambiar estas estructuras de poder, es
un desafío enorme; pero no imposible, se esa avanzando en Bolivia a nivel
conceptual y normativo. A partir del gobierno del presidente Evo Morales se
empieza a discutir y debatir sobre estos aspectos. La creación del Viceministerio
de Descolonización, dependiente del Ministerio de Culturas, es un avance; pero
no suficiente.
Conseguir una sociedad igualitaria para
mujeres y hombres, todavía tiene una largo camino por recorrer, lo más difícil es
lograr cambiar las construcciones mentales que llevamos desde la infancia, por
eso el papel de la educación es primordial para poder formar y capacitar a
nuevos ciudadanos con visiones diferentes y que puedan asumir y entender que
tanto hombres y mujeres pueden asumir los mismo roles, tienen las mismas
oportunidades y sobre todo tienen los mismos derechos.
El rol de las políticas públicas educativas,
tienen un papel decisivo e importante para poder modificar las estructuras coloniales
y patriarcales; pero no solo se trata de trabajar en este nivel, también se
debe trabajar a nivel de brindar las condiciones necesarias para que tanto
hombres como mujeres puedan tener la libertad y las oportunidades de
desarrollarse a nivel laboral, familiar, personal.
No hay que olvidar la lucha y el trabajo que
han realizado las organizaciones de mujeres tanto del área rural como urbana de
Bolivia, para el reconocimiento de sus derechos y por la igualdad de
condiciones y oportunidades, Dicho trabajo ha tenido sus frutos en la actual Constitución
Política del Estado. Donde se visibiliza la identidad diferenciada de hombres y
mujeres y por primera vez el reconocimiento de los derechos para las mujeres.
Si bien es un gran logro, el poder
efectivizar cada uno de los articulados de la CPE, es otro desafío, se necesita
de toda una estructura y de recursos del Estado para poder traducir lo
conceptual en acciones concretas. Y reitero el mayor desafío es desestructurar
nuestro pensamiento, desestructurar nuestras construcciones mentales, para
poder entender que nadie es superior a nadie y que nadie nació para mandar y
otro para obedecer,
BIBLIOGRAFIA:
Ibernagaray, J.
(2012). Mujeres en diálogo: Avanzando hacia la despatriarcalización en
Bolivia. Carmen Sanchez comp. La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer.
Editorial Presencia.
Novillo, M. (2011). Paso
a paso. Así lo hicimos. Avances y desafíos en la participación política de las mujeres.
La Paz, Bolivia: Coordinadora de la Mujer – IDEA Institute for Democracy and
Electoral Assistance.